Escribe Cristina Altamirano: Queremos comunicar la partida física de Don Rafael Mario Altamirano – Ninalquin, nuestro amado Padre.
El 28/06/2021 alrededor de las 21 y 30 horas se fue al lado del Señor y el Curita Gaucho.
Don Ninalquin vivirá por siempre en nuestra memorias, en nuestros corazones y habitara en las letras y su poesía.(su gran pasión)
Sus enseñanzas nos ayudaron a enfrentar la vida y su ejemplo nos estimulò a luchar para conseguir nuestras metas.
Fue jornalero, empleado Municipal, poeta, escritor, trabajador incansable de los Encuentros de Poetas, Ciudadano Ilustre pero sobre todo un hermoso ser humano y un gran padre.
Les dejo unas palabras expresadas por Don Rafael Mario en el Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento.
Nací en la ciudad de córdoba el 22 de julio de 1934 (el documento dice el 30). Mis padres Rafael Solano Altamirano y Marina Ramona Bustos, que a los tres años me llevaron a Ninalquín, de donde eran nativos.
Agrego Ninalquín a mi apellido en homenaje al lugar campesino del departamento Minas de la Provincia de Córdoba, Argentina, donde pasé mi infancia, parte de mi adolescencia y parte de mi juventud.
Empecé a escribir a los 19; y deje recomencé a los 23 y a los más de 70 sigo; por costumbre irreversible nomás.
Publiqué siete intentos de libros en versos. Fundé la revista literaria Provincia ( con intenciones de expansión territorial) el 16 de octubre de 1967, que aún dirijo y que atenta veladamente contra mi economía de bolsillo.
Los opinantes siempre me dicen: “para qué publica si va a sufrir perdidas económicas” y la respuesta es obvia: “No solo de pan vive el hombre”. También dijo un poeta, tal vez desalentado: “Yo se que la poesía sirve, pero todavía no se para qué”.
Tengo en mi haber algunos premios y no puedo negar que me gustan. Aficiones poco rentables a fin de cuentas. Agradezco mucho a los lectores de mi revista Provincia porque en esto tienen mucho que ver ….
Su Revista PROVINCIA recorrió muchos países durante 44 años, escribió hasta los 86 años, ya no en su maquina de escribir, sino a puño y letra (porque sus fuerzas estaban agotadas)
Gracias Padre por haber existido y por ser hoy luz de nuestras vidas. Te amamos eternamente: Tu esposa Beatriz, tus hijas Cristina, Sandrita y Andrea. También tus nietos y tus bisnietos