Delirio.
Como el más raído de los
harapientos
he quedado a la vera de tu
vida,
aguardando sumisa en mis
anhelos
migajas de tu amor..., para mis
días.
Más, no viste el daño que me
hacías
vertiendo tu audaz
indiferencia.
¡No sé! No sé si acaso tu
conciencia,
se arrepienta de tanta felonía.
Te han gritado mis ojos...
¡Cuánto te Amo!
Me han dolido de Amor... ¡Hasta
los huesos!
¡Nunca pude decírtelo al oído!
Por miedo, amordacé todos mis
besos.
Quise ofrendar pasión, la
rechazaste
con la excusa falaz de haber
sufrido.
¡La vida se renueva en un
instante
cuando se juega el Alma en un
suspiro!
Le negaste mi Amor, a tu
destino,
por miedo o tiranía, no se
sabe.
Tendrás como una espina en tu
camino,
haber podido Amar… ¡Fuiste
cobarde!
Tendrás lo que logramos desde
siempre,
seguir siendo tan sólo... “Dos
Amigos”.
Será tu atardecer callado y
triste...
¡Te dolerá saber... que me has
perdido!
Tu silencio, me proclamó esta
pena,
tu desdén me desgajó en
martirio.
Hoy quiero desandar tanta
condena
buscando en otro ser... ¡Mi
gran alivio!
La huella se bifurca inevitable
y a pesar del tiempo
transcurrido,
si para tu pasión... “Resulto
tarde”...
Tal vez para otro Amor... ¡Un
gran delirio!
Susana Moreno.
Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina