LOS OIDORES DE LA LIBERTAD
Desde aquella jerarquía
que parió con el cordón anudado
venimos encendiendo idiosincrasia
con el hierro inaugural de la palabra.
Hubo siempre labradores de intelecto
sembradores en un atrio sin frontera.
Lugareños sagaces en el arte de la siega
con el sol casi raquítico
de matriz sin parto.
Y fue en América. En Sudamérica
donde izaron las banderas
donde asediaron el viento de las guerras
para escuchar la libertad en los guadales.
Unas veces fervorosas por el triunfo
otras veces malheridas de tormenta.
En esta madreselva de semillas
elevarán vapores las campiñas
y morderán los panes
en la greda escamosa de los peces.
Será el momento de enarbolar las libertades
desenterrar democracia en una tierra
donde todos nos debemos una siembra
para crecer sin miedo a la sequía.
Que todo sea Patria. Que en cada solar
la libertad
no tiemble en repartir los peces.
Que seamos uno y que seamos todos
buenos oidores.
Buenos pensadores
Porque todo es así como se indica
y "el que tenga oídos que oiga".
Elbis Gilardi
