YO EN EL ESPEJO
Ausente ya del tiempo dibujado
miro el cristal profundo del espejo,
aparece entre brumas lo perdido,
hay un rostro que espera a lo lejos.
Las sombras danzan ya de este lado
en un solo vals ausente de violines,
y una mujer surge en lago helado
florecido el cabello de jazmines.
El retrato sorprende, no confío.
Los pétalos perdidos de la rosa
son las barcas en busca de su río,
son versos del ocaso, allá perdidos
esa llama que brilla, milagrosa,
de aquello que fue, y aún es, unidos.
Carmen Iris de Leon