Creciente
El río apacible se volvió salvaje
y desvió su cauce, crispando sus aguas.
Y flota en la noche, la luz apagada
barrancos profundos silenciando lágrimas.
Densos nubarrones, la fuerte tormenta
y lloran los cielos, sin tregua ni pausa.
Los muros se agrietan, ahondando heridas.
Se inundan los campos, la gente se marcha.
Las calles son ríos los diques son mares
Arrasó los puentes, creciente alocada.
y vieron de pronto vacías la manos
se abrazaron fuerte sin medir palabras.
El hombre indefenso, hundido en el lodo
La naturaleza su ira descarga .
Solo la plegaria, sube hacia lo alto
enciende la vida, desmiga esperanza.
Que el viento andariego empuje las nubes.
Apague la lluvia y limpie los cielos.
El sol amanezca sobre los tapiales
la creciente sea, solo un mal recuerdo.
Isabel Nieto Grando