Por Gerardo Molina
Los vientos que soplaron en Las Piedras
Con un santo perdón tras la batalla…
La Batalla de Las Piedras-sin duda el acontecimiento más trascendente de la incipiente Revolución- llega en un momento en que el alicaído Movimiento de Mayo (con sus hombres en parte divididos y fracasos militares en el frente paraguayo y en el altoperuano) necesitaba la reafirmación de la fe en sus ideales –en principio de amplia autonomía como un primer paso que condujera a la independencia, germinal en el “Plan de las Operaciones” de Mariano Moreno- y, consecuentemente, la proyección continental de los mismos. La figura de Artigas iba adquiriendo la estatura de un impar caudillo y consolidándose su ascendencia sobre los paisanos. Recordamos que la propia Junta de Mayo – a poco de constituida- señalaba la conveniencia de atraerlo a su causa “así por sus conocimientos que nos consta son muy extensos en la campaña, como por sus talentos, opinión, concepto y respeto” (en Bs. As., agosto 30 de 1810). Ahora, luego del triunfo de Las Piedras, le asciende a coronel y le regala una espada de honor.
Canciones e himnos, marchas y poesías de exaltación patriótica celebraron también la trascendencia de esta batalla. En especial, se destacan la “Canción Patriótica en honor del general D. José Artigas y su exército” (entre cuyos posibles autores figuran Eusebio Valdenegro, Bartolomé Hidalgo y Prego de Oliver) y la “Canción Patriótica de 1813” de Vicente López y Planes.
La primera fue publicada en el suplemento del periódico “El Censor” de Buenos Aires el 21 de enero de 1812. A su cuarteta inicial siguen siete octavas “orientales”. Comienza diciendo: “Bravos orientales/ Himnos entonad/ que Artigas va al templo/ de la Libertad.” En la primera de las octavas llama a Artigas “Libertador”: “Gloria, olivo y palma/ a Artigas valiente, / que en campos de oriente/ rindió al opresor;/ y a doquier que el bronce/ ardiente asestaba,/ el sello estampaba/ de libertador.” Más adelante exalta, vibrante, la hazaña bélica de Las Piedras y su trascendencia presente y futura en el devenir de los tiempos: “La acción de Las Piedras/ plausible memoria,/ ocupe en la Historia/ sagrado lugar:/ gozarse ha con ella/ el fuerte guerrero,/ que el brillante acero/ ciñe por triunfar…”
La “Canción Patriótica de 1813 –luego Himno Nacional Argentino- de Vicente López y Planes hace referencia a las “Provincias Unidas del Sud” y hermana los hechos bélicos gloriosos expresando “San José, San Lorenzo, Suipacha/ ambas Piedras, Salta y Tucumán…”
Para la celebración del Bicentenario de esta Batalla, escribimos el “Cielo del 18 de Mayo o Cielito de Las Piedras”, cuyas estrofas recordamos:
Antes morir con honor
Que vivir en cautiverio:
La luz del caudillo abrasa
A los criollos, pecho adentro.
Cielito, cielo que sí
Del dieciocho de mayo,
se santiguan ante Artigas,
Como ante Dios, sus paisanos.
Las colinas de Las Piedras
Cómplices son de la hazaña:
Despiden al invasor,
Vueltas bastión y atalaya.
Cielito, viva que sí,
Viva el cielo de Las Piedras,
De Artigas y sus paisanos,
Albor de la Independencia.
Bolas, facones, trabucos
Frente a cañones y obuses;
Al par de las lanzas criollas
Piedras de chispa relucen.
Cielito, cielo que sí
Del dieciocho de mayo,
“Libertad o despotismo”,
Ésa es la cuestión, paisanos.
Humeantes bocas decían
Del valor del hombre libre,
Jefe de su pueblo en armas
La gloriosa acción decide.
Cielo, cielito, la historia
Se volvió presto leyenda:
Fue un mojón americano
La Batalla de Las Piedras.
Después del cruento combate
Su voz fulgió como un lampo
“-¡A los vencidos, clemencia!-”
De piedad, cruzando el llano.
Cielito, cielo que sí,
Como el ratón a su cueva
Huyen las tropas realistas
De los campos de Las Piedras.
Cielito, cielo, la historia
Se volvió presto leyenda;
Fue un mojón americano
La Batalla de Las Piedras.
Cielito, cielo que sí
Del dieciocho de mayo,
“Libertad o despotismo”,
Ésa es la cuestión, paisanos.
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