Jueves
Es julio, el frío cala hasta los huesos.
Camino solo esta mañana, encuentro un manojo de llaves,
tres promotoras ofreciendo ilusiones,
dos carteros, cinco policías y siete perros callejeros.
Un ciruja con su humanidad sin bolsillos
golpeando puertas, y una brisa en puntos suspensivos.
Sigo adelante, las llaves campanean entre mis dedos,
ayudando a enfriar un poco más mis manos.
Pasan varios estudiantes, un hombre, cuatro mujeres,
dos taxis y uno de dudoso sexo.
Y pensé, quien habrá perdido las llaves…?
Las estará buscando, sabrá que se le cayeron…?
Vuelvo, las dejo en el lugar donde las encontré.
Y continúo mi viaje, esta mañana de julio con frío,
en este oficio de transitar, inventando llaves,
arma, que sostiene la emoción, de abrirme paso en la vida.
Miro el reloj, veo la hora, el calendario.
Es jueves, es invierno, hace frío. Circulan algunos autos y un
colectivo pasa a horario.
Llego a la oficina, el mundo se reduce a mi mano,
mi mano a una llave, la llave abre la puerta,
entro, me exilio sobre facturas, haberes y una jornada.
Espero se deshielen las horas y con la primicia que da la calle,
doy el primer paso, a mis espaldas el cielo oscurece, la noche espera.
Me abrigo, tomo las llaves, hago mi camino de regreso.
Una mujer lee un libro, pasan dos niños en bicicleta,
una pareja en moto, dos adolescentes corren.
Los semáforos se abarrotan de autos y motos,
todos los comercios iluminados, gente mirando vidrieras.
La tarde va terminando, los murmullos aumentan, alguien me saluda,
apuro el paso, es jueves, es invierno, hace frío.
Adrián Salagre