Jirones, Carmen I. de León

JIRONES

A María la llaman "Parda"

y Belgrano:" Capitana".

Siete veces en capilla,

a punto de ser fusilada.

Morena porteña, "enlistada",

María de los Remedios

con su marido y dos hijos

le puso el pecho a la Patria.

La vio el alto Perú,

la Gloria de Tucumán y Salta,

su cuerpo perdió brillo

con seis heridas de bala;

pero más pierde la Patria

cuando muere olvidada.

Yo te recuerdo María,

para el General: Capitana,

y para que todos te nombren

eres Madre de la Patria.

Carmen I. de León

Entre la diaria, José Adrián Salagre

Entre la diaria

realidad,

las noches

y los sueños...

deseo continuar

erizando su piel,

sin que necesite,

soltar...

sus alas.

José Adrián Salagre

Escritura, Alejandro Nicotra

ESCRITURA

Escribo a solas, pero sin soledad.

La noche de las calles entra a mi cuarto

y me invita a salir ― a esta ciudad y a otras

que recuerdo o imagino:

puentes, cafés, miseria y esplendor en esta noche

de mis iguales, mis idénticos.

Sin soledad, a solas con los muertos

que regresan:

el poeta y su adiós de destruida guitarra,

el estudiante que huye entre campanas o siglos

hacia el sol instantáneo de la pólvora,

la anciana que enterraron con mi infancia

(me la devuelve cada flor del campo),

y los otros, los ángeles

de rotas calles de suburbio o guerra.

Sin soledad, también, porque en la sombra

tu voz habla conmigo,

y aunque tu cuerpo falte en esta cita

sé que volverá, como las frutas, como el día

vuelven.

A solas, pero sin soledad,

es como escribo.

Alejandro Nicotra

1970

A todas las mujeres, Isabel Nieto Grando

A todas las mujeres

A todas las mujeres silenciadas.

que esconden el dolor que las oprime.

Acunan su cansancio, la tristeza

soñando que algún día serán libres.

Son ellas las que visten de entre casa

y lavan las ofensas con olvido,

ofrecen el amor arrodillado,

no importa si se sabe mal herido.

Mujeres que despiertan con el alba

huelen a pan, esencia de la espiga.

Abren surcos de amor y de ternura

y siembran la semilla de la vida.

Su nombre tantas veces vulnerado,

con fuerza se levanta en la caída.

Los hijos navegantes en su vientre

ángel sutil, figura bendecida.

Quién olvida la cuna, el origen,

todos de una mujer hemos nacido.

Es hora de asumir nuestros derechos

y mostrar ante el mundo otros caminos.

Mujer, fortalecida en el abrazo

el himno de la paz cantemos todas.

Las manos ceñidas. Liberadas.

Que levanten, el vuelo las palomas.

Isabel  Nieto Grando

Dolido Amor, Maria Luisa Ortiz

Dolido Amor

Porqué te deje ir aquella tarde

estaba allí, sin atinar a nada

y nada salía de mis labios

te vi marchar y yo, impàvida

con los pies atorados en el

suelo.

y ese grito sin voz, en la garganta

pugnando por salir y rebelarse

muda, insensible, maniatada

Te vi, marchar...

Las horas mudaron el ropaje

pero tú, ya eras un oscuro

punto en la distancia

con todo este dolido amor

en tú ,equipaje.

Maria Luisa Ortiz