Vigilia
Se calcina la noche en disonancias.
El espacio vigila los antojos quebrados.
Angosta,
la esperanza trepa por extramuros
y es
una respuesta obscura
para la inquisidora mirada de los otros.
Los otros,
indóciles presentes que la sombra incinera
en una desazón de tiempos verticales.
Dónde se juega el mundo
su hálito de albura?
Qué naipe de confianza podrá traer,
al hoy,
tantos sueños cedidos?
Qué elegía de aliento o sílaba dispar
tejerá algunos hilos de la trama anhelada?
No podemos saberlo
y sorteamos los puentes que juntan las orillas,
en sumisa cadencia de pasos quebrantados.
O quizás,
lo intuimos y no le abrimos paso.
Miguel Pérez Mateos
San Rafael Mendoza
