y me vieras,
en un intento de desaparecerme a mi mismo
y a los signos que me delatan,
quizá nos desharíamos de esta presencia mundanal
para existir aunque fuera sólo un instante,
en el que al encontrarnos en la temeridad de lo desconocido,
sólo eso sucediera,
en el que al decirte
se esfumara toda posibilidad de duda
y sólo quedara aquello que nada tenga que ver con la certeza.
Si mis gestos revelasen lo que escondo
y me tocaras,
encontrándose nuestros seres desnudos de razones pertinentes,
quizá dejaríamos a esta larga ausencia
desahuciarse de todo aquello que es para llenarse de nosotros,
ni de historias,
ni de cuentos,
ni de fábulas,
sólo de nosotros.
Si me acercara apenas
desdeñando las distancias ideales que nos acusan extrañosy me besaras entonces
interrumpiendo para siempre la eternidad del presente,
quizá aquello tan propio que se diluye en mi
sólo desaparezca ante la inmensidad de tu ser que se volviera carne de pronto,
arrebatándonos razón,
pasión,
humanidad,
tiempo
y todo aquello que no acontezca.
Si encontraras aquello que en las sublimes profundidades del lenguaje desaparece,
si lo encontraras,
quizá en la liturgia olvidada de los sentimientos nominados,
o allí donde suele deleznarse de realidad aquello que me hace un individuo,
si lo encontraras,
en la redundancia de estos decires transparentes y carcelarios
y me amaras,
entonces sólo habría silencio.
Leonardo Vergara