Temas del alba
1
Desde antes de la luz
la calle
próxima
delata con el eco de unos pasos
la presencia del rumbo a algún oficio.
La hora amanecida
regresa de la noche
y se enciende en la espera de los pájaros.
Este es el momento
de estrechar el costado
(el momento propicio que penetra
en la carne del dialogo.)
Hora de la mañana trasegando
las brisas del amor, íntimamente.
2
Se descuelgan mil hilos por los aires
desde la orquesta próxima y alada.
Las lámparas se callan.
El nocturno
ha quedado disuelto en el estanque
de un alba luminosa.
Navegan sólo
las canoas del ansia.
Sutilmente,
sobre la inmensa soledad que flota
asoma una pregunta sin respuesta.
Sintonizo
las claves esotéricas del cosmos
alrededor de su eje.
iOhl
Maravilloso mundo de quietudes
lloviendo sus magníficos silencios
sobre mis manos sordas.
3
La paz de la alborada
proyecta las imágenes queridas
en la gris suavidad del pensamiento.
Allá, sin presentirlo,
los signos del amor trazan esquemas
sobre los muros cálidos.
Y todo
se convoca en un canto de la sangre.
Un viento inexplicable deposita
su furia en mis contornos
bordándome su abrazo.
Es la tensión...
La realidad presente...
La inmersión en comarcas apagadas,
mientras el alba eterna, continúa.
4
En el país del alba
un viento sur cabalga polvaredas
estrellando su trote en el asfalto.
Los gigantes oscuros de la noche
huyen despavoridos.
Y nosotros
sabemos como fugan los relojes
sin ningún disimulo.
Lentamente
va anegando la luz el panorama;
los eucaliptus del solar vecino
doblan su capa y abren su armonía.
¡Cuánto esplendor!
¿Quién beberá
mañana
el líquido del alba luminosa
cuando los ojos nuestros apagados
sean hojas en juego con el viento?
Oscar Guiñazú Álvarez
Separata del libro “Contra reloj” (Poesías)
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