Está lloviendo sobre la tumba de mi madre
el agua se filtra entre los terrones
como si quisiera extinguir la eterna sed de la muerte
está lloviendo sobre la cabeza centenaria
de mi padre que da vueltas en la calle
buscando un fiat 600 que tuvo hace 50 años
cuando lo convenzo de que el auto es un recuerdo
finge que ya lo sabía y sube conmigo a casa
está lloviendo sobre las infectas aguas del riachuelo
en las que la lluvia no tardará en morir
ahogada por las miasmas de esta cuenca negra
llueve sobre el amor que se da
que se niega que se rechaza
sobre el odio y la ignominia
llueve sobre el tiempo y la historia
sobre la marcha inexorable de los días
llueve sobre la desolación de pensar que
el agua que cae no lava nada
sólo cambia la mugre de lugar
deslocaliza la roña pone en movimiento
lo podrido pero aun así
no obstante eso
sin embargo
Carlos Ardohain