Este corazón no aprendió
No aprendió a leer el fondo
del cuenco
vacío
de tus frustrados anhelos.
Del insomne dolor de la huella vacía
no aprendió .
Del disfraz ,
de la carencia de alas en los crepúsculos del día.
... Este corazón, todavía se entrega,
desafía al hastío de sueños despoblados ,
prefiere darse
a la cobardía de la duda
y su irremediable caos.
Elige el intento y la lágrima
a la postración de la quietud
incierta, y a la tiranía
de las palabras abortadas en el alma.
Este corazón, el mío,
Que ha pasado desvelos, por la fragua
del fin, sigue latiendo,
empecinado, testarudo, blandiendo cicatrices,
a veces florecidas en rescoldos de soledad
y de silencios.
Este corazón,
aún,
busca
por las heridas que la noche,
descubre
el amanecer de la rosa
y el precario destino de sus días
detenido en el instante mágico de su existencia .
Mi corazón es una herida
por ahí, por esa herida,
por esa grieta ,por esta fisura
por esta jugada con las cartas marcadas
del hastío,
tal vez, por ahí,
corazón,
cruces
al otro lado
del olvido.
Celia Inés López