No se como leer
no se como leer
el diario de los días,
ni tampoco como firmar
con todas las que soy,
en estas redes
que mi sangre tira,
para airearme
de esa misericordia estúpida,
dispuesta
a comerse el dominó sostenido
en el aparte de una fuerza,
que pregunta:
si no he sabido jugar
en el país de las maravillas
y ser Alicia sobreviviendo
por encima
de las otras criaturas ubicadas
en un guardarropa
desanimado de cerraduras.
Raquel Piñeiro Mongiello, Rosario, Santa Fé, Argentina