Una canción para mi pueblo
¿ Es misterio el que encierran tus calles,
tus ochavas umbrías, esquivas de sol ?
¿ O es acaso, la magia que flota en el aire,
lo que hace que seas un cofre de amor ?
Tus veredas angostas cobijan recuerdos,
pisadas furtivas, aromas de ayer...
nostalgias que brotan de baldosas gastadas,
y del árbol añoso que te vio crecer.
¿ Qué tienen tus calles, que enervan, que atrapan,
como un sortilegio en mágico afán ?
¿ Qué tienen tus aires, mi pueblo querido,
que el que es forastero, no te puede olvidar ?
¿ Es acaso tu gente, que lleva en el alma
el místico celo de hacerse querer ?
Quién sabe el misterio que guardas celoso !
No lo sé. No lo entiendo. No quisiera saber.
Tus noches de estío son como un poema,
que escriben mil plumas con fiebre y pasión.
Es sangre y es savia que bulle en las venas
de toda tu gente; crisoles de amor.
Y al nacer Selene, medallón de plata,
esparciendo su velo... sutil irreal...
surgen milagrosas pasiones y sueños,
al calor de tu cielo : guardián sideral.
Y si el sol te acaricia con fuego de Enero
quemando tu cara, tus pies y tu piel,
sacudes el sueño de ancestros dormidos,
venciendo en silencio al calor y a la sed.
Qué tienes mi pueblo, que a tu seno atraes,
con ciego delirio, cual un Caburé...?
Ese es tu secreto, tu ángel, tu celo...
el sutil enigma de hacerte querer...!
Américo Ibán Calderón, Córdoba Capital