Esa inmensa luna roja
que aparece sobre el mar,
es helada como el tiempo
y nos invita a amar.
Esa inmensa luna roja,
que compartimos un día,
hoy se diluye y se enoja
apenando el alma mía.
Esa inmensa luna roja
que me cubre el corazón,
¿es roja com sangre que brota
o es sólo de tu alma el armazón?
Esa inmena luna roja
que me alumbra desde el cielo,
es pálida como estas hojas
y oscura como tu velo.
Esa inmensa luna roja
que se va sin saludarme,
guarda dulces penas rotas
y mi vida en un enjambre.
LAURA BEATRIZ CHIESA, La Plata, Buenos Aires, Argentina