He alzado el vuelo,
montado en pasos firmes,
en perpendicular distancia
que media los cuatro vientos.
Flamantes mis ideas,
antes de llegar,
a ninguna parte,
ya tienen un regreso…
y un reencuentro,
con esas horas de cristal,
de inesperadas
dosis de piel.
Emocionado, perplejo,
sin cansancio ni destinos
sigo necio, más allá,
de las puertas
que se cierran.
Sin olvidar,
la inexorable