Salobres líquidos procedentes del agravio,
Se rehizo uniendo astillas de sus huesos:
En leyes donde dictaminó el terror,
Pavores de sentencias entre materias atroces.
Ahora lavan su cuerpo,
Reordenan su frágil navío,
Sus cabellos,
Sus magulladuras,
Lo único que de ella subsiste.
Wilma Borchers, Concepción, Chile