El mundo
es un tablero de ajedrez.
Todos
estamos parados
sobre mosaicos.
Alguien nos mira
desde arriba
Este lugar te sofoca.
Te deja sin nada.
Se lleva los sueños.
Pero
qué otra cosa nos queda
más que levantarnos
y lavarnos la cara
cada mañana
esperando
que los días
no se ensañen
con nosotros.
Si eso te pasa,
reíte de tu desgracia.
No te vas a poner a llorar.
No le des con el gusto.
Andrés Nieva, Córdoba, Argentina