Me diestro a la ternura de
Tu cuerpo
Medito ante el secreto de tus besos
me entrego,
me consagro,
me conllevo.
A tu lado, peco en la impaciencia
de un encuentro
Me inquieto a la frescura de
Tu aliento
… en ti mi dulce amado!
me ato,
me absuelvo,
y me condeno.
María Belen Muñoz, Ecuador