La poesía de Osvaldo Guevara
Julio Requena
"...La poesía de Guevara es esencialmente metafórica y vorazmente paisajística. Estas dos cualidades configuran un sistema expresivo con potencia singular. En su obra LA SANGRE EN ARMAS se detecta una voz lírica sacudida por el viento de una búsqueda palpitante de versos afiebrados, anhelantes de los contornos reales más que de las apariencias intangibles. Por eso es una poesía que quiere sentir con todo el cuerpo, más que con toda el alma. Y por eso es una poesía que se abre las venas sobre la realidad para inundarla de sangre sensual de sangre espesa y paradisíaca, de "sangre en armas", según el propio titulo del volumen. Alejándose deliberadamente de las preocupaciones reflexivas y metafísicas de muchas corrientes actuales de la poesía, se declara a sí mismo un primitivo mental. Esto lleva a suponer que, frente a la Invasión de una poesía desnutrida de lenguaje figurado, Guevara no es tanto un poeta nacido a destiempo, cuanto a contratiempo. Leyéndoselo, se verá que implícitamente propugna un retorno a la revitalización de las palabras apreciadas como seres encarnados y no como espectrales signos de la comunicación humana. Quizá en pocos como él reine esa ansia por lo sustancioso y germinal y que para Gabriel D'Annunzio era "la vida múltiple y multiforme, vibrante, sonora y atrayente”. Ansia por un universo de discurso poético donde las palabras no sean meros canjes conceptuales fino concreciones sensuales del imaginar .....
...Rimas generosas, adjetivaciones inusitadas, alejandrinos rítmicamente subyugantes, comparaciones arrancadas de las más insólitas perspectivas, compusieron la reforma modernista. La lírica de Guevara acapara estas condiciones y se complace en querer demostrar que él pudiera ser muy bien un continuador de la esplendidez verbal de aquellas épocas. Por supuesto que sólo emplea esta técnica estilística para informar sus estados de ánimo. En su fondo, en su temática, no desoye los reclamos plurales del hombre, cualquiera sea su procedencia terráquea, su grupo sanguíneo ideológico...
...Los sonetos de Guevara son en algunos casos dignos de antología. Teniendo la maestría de un parnasiano, maneja el contenido con la pasión de un romántico...Julio Requena
Julio Requena
Garganta en verde claro - de Osvaldo Guevara
“Nací en Río Cuarto, ciudad del sur cordobés. Llevo sobre las espaldas y en el
corazón medio siglo de afanes y obsesiones. Pero soy un ser esperanzado. Creo en la civilización, en la cultura, en el amor al semejante, en el porvenir de la humanidad.
Actualmente me preocupa pensar que razones de salud pudieran mermar mis
esfuerzos para ser útil a los míos y a la gente. Dos trabajos –en la Municipalidad por la mañana y en la íntima Radio Champaquí por la tarde- me permiten sobrellevar los azares económicos. Pero me impiden consagrarme a mi vocación literaria que incluye, además de la poesía, la crítica, el ensayo y el cuento.
Después de los 20 años viví un tiempo en la ciudad de Córdoba, de donde me
traslade a Almafuerte, entonces un modesto pueblito de llanura, a mitad de camino entre Río Cuarto y la Capital Provincial en el que me inicie, en la docencia secundaria, experiencia fecundante. De regreso en mi ciudad natal, dicte castellano y trabaje en diarios, radio y televisión local.
En 1976 me radique en Villa Dolores, en el oeste de Córdoba donde ahora vivo.
Siempre me falta tiempo para leer y para estudiar. Dicho de otra manera: todo
tiempo me parece poco para seguir aprendiendo.
Dictó y coordino talleres literarios en la ciudad de Villa Dolores como el taller de Narradores y el taller de aproximación a la poesía.
Es miembro del Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento y del Grupo Asueto.
Hasta donde me deja mi salud, soy feliz, mi esposa es mencionada en el titulo de uno de mis libros, Niña Carmen. En él figuran asimismo, poemas inspirados por mi hija
Verónica Maria.
Publicaciones
Oda al sapo y cuatro sonetos (1960), La sangre en armas (1962), Garganta en
verde claro (1964), Los zapatos de asfalto (1967), Niña Carmen (1988), Diario de
invierno (1990), Solo Sonetos (1991), Primera persona (1998), Poemas en verso y prosa (inventario de una obra completa inconclusa) (1998), El soneto ese indeseable deseado (2005), Sin pena en la palabra (2008).