Marusis,
ahora te hablo en estos versos de amor,
del paisaje florecido,
de mis sueños de pájaros errantes,
de silencio y soledad,
recordación,
dolor y llantos;
así como quien cae y se levanta,
como quien quiere gritar y no hay palabras,
así trastavillando.
Se sale la esperanza y va al encuentro,
se apuntala en el sol de tus miradas,
en el recuerdo feliz de tus sonrisas.
En esta carta,
renacen las estrellas
y mis tristes días toman vidas,
aquí quedan mis manos esperando
otras manos que se junten a mis manos,
el color decisivo de tu ternura,
ahora canto, Marusis,
canto y grito, Marusis, desde el fondo,
de un nuevo mar de amor
que se descubre.
Jalisco González, Esmeraldas - Ecuador