Escúchame.... a ti te hablo,
no mires hacia otra parte,
quiero platicar contigo,
mujer, que ibas a ser mi madre....
Yo no te pedí nacer,
porqué me engendraste?
para después arrojarme
como un desperdicio,
sin llorarme...
El momento de placer,
había pasado y las consecuencias,
no las habías planeado...
Tuviste miedo, mamá?
hubiésemos sido dos,
para unirnos,
para desafiar al mundo
con nuestro cariño...
Estoy seguro, estás arrepentida,
a toda madre, le duele perder un hijo...
me verás en los rostros de otros niños
y me llorarás hasta el final de tu camino....
Norelia Dabart, Córdoba Capital