FOTOGRAFIAS DEL 47º ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS “OSCAR GUIÑAZÚ ÁLVAREZ”. LECTURA Y ACTO CULTURAL EN MULTIESPACIO CULTURAL NABUCO. 11 DE OCTUBRE DE 2008
Marta Falco (Uruguay)
Mariela Garcia (Villa Dolores) Grupo Tardes de la Biblioteca Sarmiento
Abajo: Carlos Frissolo (Villa Dolores) Grupo Tardes de la Biblioteca Sarmiento
Reinauguramos solemnemente un encuentro mas en este mes de octubre como hace cincuenta años, cuando Don Oscar inauguraba a un grupo de poetas que llamó de “Tardes de la Biblioteca Sarmiento”.
Estaba integrada por hombres que iban de sus casas al trabajo, del trabajo a sus casas, pero siempre escribiendo poemas.
Y quedó la consigna: reunirse bajo este cielo casi griego para unir manos y palabras, acortar distancias entre la belleza y la distendida memoria.
Porque la poesía es convocante. Desde los primeros tiempos se hablaba de una persona que salía por el mundo a recitar sus poesías, y se lo llamó juglar. Y cuando llegaba a un lugar la gente acudía para escuchar sus mensajes, sus experiencias, “Ha venido un juglar”, decían, y todos lo rodeaban, se sentaban en silencio para escucharlo.
Dos mil años después se repiten las ceremonias, pero ahora aquí al pie del Cerro Champaquí, y con la voz de todos, porque cada uno de ustedes, cada uno de los poetas que nos visitan, traen mensajes de distintos lugares, de distintas lunas.
Abramos las hojas de este octubre y caminemos por él en poesía y amistad.
Rafael Horacio López
Estaba integrada por hombres que iban de sus casas al trabajo, del trabajo a sus casas, pero siempre escribiendo poemas.
Y quedó la consigna: reunirse bajo este cielo casi griego para unir manos y palabras, acortar distancias entre la belleza y la distendida memoria.
Porque la poesía es convocante. Desde los primeros tiempos se hablaba de una persona que salía por el mundo a recitar sus poesías, y se lo llamó juglar. Y cuando llegaba a un lugar la gente acudía para escuchar sus mensajes, sus experiencias, “Ha venido un juglar”, decían, y todos lo rodeaban, se sentaban en silencio para escucharlo.
Dos mil años después se repiten las ceremonias, pero ahora aquí al pie del Cerro Champaquí, y con la voz de todos, porque cada uno de ustedes, cada uno de los poetas que nos visitan, traen mensajes de distintos lugares, de distintas lunas.
Abramos las hojas de este octubre y caminemos por él en poesía y amistad.
Rafael Horacio López
