Un río de otoño ilumina el árbol
de inconsecuente olvido.
Llueven pájaros de cobre
sobre el tapiz aún verde
que les da cobijo.
Las horas han huido
de su cárcel de fuego redondo y vivo.
El sol como un sonámbulo
sigue su camino.
Se me escapan los tiempos
y yo, inútil
..................quieta,
inerme,
..................grito silencios
al silencio mismo,
desde mi abismo.
Carmen Iris de León