¡Oh ciego fuego! ¡Oh lumbres paganas!
que fecundas de luz y de rocío,
calman la sed antigua de mi río.
Lavando van de nubes la mañana
con mirada de mar. Tú, azul, profanas
el secreto dolor, corazón frío,
poblando con tus sueños mi vacío,
con mirada de mar. Y me engalanas.
Beatriz Tombeur